La mujer y su incidencia en los campos de la salud y la discapacidad

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En el transcurso de los años la mujer ha fungido como un agente fundamental en el desarrollo de los campos de la salud y la atención integral de los niños y niñas con discapacidad, ya sea que este último se aborde desde las áreas terapéuticas, educativas o de atención médica.

Según informes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), un 70% de la fuerza laboral en el área de la salud está compuesto por mujeres. En la República Dominicana, esta participación es del 75%. En lo que respecta a los especialistas del área de la discapacidad, a nivel de América Latina, un 75% son mujeres.

La alta tasa de mujeres en este campo, tanto a nivel nacional como internacional, repercute en los hitos alcanzados que otorgan preponderancia a los temas de detección e intervención, desarrollo de habilidades, metodologías educativas y la promoción del aprendizaje lúdico, así como en la concienciación, activismo e inclusión.

La participación femenina en la convergencia entre el área de salud y la discapacidad nos ha permitido tener profesionales como Martha Denckla, quien se ha destacado por su labor de investigación y formación en tópicos relacionados al desarrollo cognitivo y neurología infantil. Así como ella, otras mujeres han realizado aportes significativos al área.

Al igual que la doctora Denckla, la doctora Uta Frith se ha destacado como precursora en los estudios del síndrome de Asperger, hoy en día conocido como parte del trastorno del espectro autista. Frith ha jugado un rol importante en la descripción de los patrones de pensamiento de las personas con esta condición. Asimismo, ha investigado las causas a nivel cognitivo de los comportamientos de los niños y niñas con discapacidad intelectual.

En el área educativa se encuentra María Montessori quien creó el método que lleva su nombre, a través del cual se ofrece un desarrollo integral para los niños y niñas, promoviendo la autonomía e independencia de estos. Por último, la doctora Temple Grandin, zoóloga, etóloga y profesora estadounidense, ha hecho grandes aportes al área. Una de las primeras personas en ser diagnosticadas con autismo, escribió un libro autobiográfico donde narra su experiencia personal de vivir con esta condición.