Las personas neurodivergentes no son «raras»
Un evento político reciente hizo a buena parte del mundo occidental posar los ojos sobre una imagen: la de Gus Waltz de pie, lloroso y con las emociones desbordadas, señalando al escenario donde hablaba Tim Walz, candidato demócrata a la vicepresidencia de los Estados Unidos. «¡Ese es mi papá, ese es mi papá», repetía incontenible el adolescente de 17 años.